
Qué Sembrar en Suelos Pobres y Cómo Regenerarlos
En muchos terrenos rurales o abandonados, el suelo se encuentra degradado, con baja fertilidad o compactado por el uso intensivo. Sin embargo, incluso en estas condiciones, es posible cultivar con éxito si se aplican principios agroecológicos, técnicas de observación y se eligen variedades resistentes. Este artículo explora cómo diseñar estrategias efectivas para sembrar en suelos pobres y regenerarlos al mismo tiempo.
¿Cómo identificar un suelo pobre?
Un suelo se considera pobre cuando presenta una o varias de las siguientes características:
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Bajo contenido de materia orgánica.
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Compactación, escasa aireación y drenaje deficiente.
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Color pálido, textura arenosa o arcillosa extrema.
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Baja actividad biológica (ausencia de lombrices, hongos, raíces finas).
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Escasa retención de agua o nutrientes.
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PH ácido extremo (<5) o muy alcalino (>8).
 
Antes de cultivar, es vital observar tu suelo: excava una sección de 30 cm, huele la tierra, observa la fauna y realiza una prueba de infiltración con agua. Esto permitirá adaptar el diseño a las condiciones reales.
Para una observación más técnica, puedes aplicar principios como los usados en la cromatografía de suelos, una herramienta visual y cualitativa que te ayuda a entender la salud y biodiversidad microbiana de tu tierra (ver artículo: ¿Qué es la cromatografía de suelos?).
Estrategias regenerativas para suelos pobres
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Cobertura permanente: Nunca dejes el suelo desnudo. Usa cultivos de cobertura como mucuna, vetiver o canavalia, mulch natural o abonos verdes.
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Compost, lixiviados y biofermentos: Agrega materia orgánica estable y viva para estimular la vida microbiana. Puedes incorporar lixiviado de bocashi o aplicar EM-5 (ver artículos relacionados).
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No labranza o mínima alteración: Evita remover el suelo en exceso para no destruir sus estructuras naturales ni matar la microvida. Si desea saber más, lea el artículo “Labranza agrícola: tipos, diferencias y beneficios para el suelo"
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Plantas pioneras: Introduce especies resistentes que regeneren el suelo, como la tithonia, crotalaria, vetiver o frijol caupí.
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Rotación y diversidad: Alterna cultivos y evita monocultivos para no agotar nutrientes específicos. Las camas elevadas (ver artículo anterior: Cómo Diseñar Camas Elevadas al Estilo Permacultura) son una buena opción para integrar estos métodos.
 
Variedades resistentes para suelos pobres
Leguminosas:
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Frijol caupí (Vigna unguiculata)
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Mucuna pruriens (abono verde y forraje)
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Lentejas y arvejas rústicas
 
Tubérculos y raíces:
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Yuca o mandioca
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Batata (Ipomoea batatas)
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Ñame silvestre
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Malanga
 
Cereales y pseudocereales:
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Sorgo
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Mijo
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Quinoa y amaranto (requieren poca fertilidad)
 
Hortalizas rústicas:
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Chayote
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Rábano
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Acelga y espinaca de Nueva Zelanda
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Mostaza y kale
 
Plantas perennes útiles:
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Tithonia diversifolia (botón de oro)
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Canavalia ensiformis (espada de San Jorge)
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Vetiver (para control de erosión y acumulación de materia orgánica)
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Árboles fijadores de nitrógeno como leucaena y gliricidia
 
Diseño práctico para sembrar en suelo pobre
- Mapea las zonas más compactadas y secas. Usa observación en época de lluvia y sol para identificar zonas con escasa infiltración y baja cobertura vegetal.
 - Elige cultivos pioneros y de raíces profundas para romper la compactación naturalmente.
 - Integra compost, estiércol maduro, lixiviados y mulch desde el inicio.
 - Siembra en asociación: combina especies de raíces, cobertoras y fijadoras de nitrógeno para maximizar la biodiversidad y cobertura. Si desea saber cómo, lea el artículo “¿Qué es la alelopatía en las plantas? Beneficios y usos en agricultura orgánica"
 - Mantén el suelo cubierto en todo momento con mulch, cobertoras o residuos vegetales.
 
Casos prácticos: cómo mejorar con bajos recursos
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Fincas con erosión y escorrentía: Se puede usar mulch de paja o residuos orgánicos locales y sembrar vetiver en curvas de nivel.
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Huertos urbanos con suelo compactado: Crear camas elevadas con restos de poda y compost casero.
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Terrenos ácidos: Incorporar cal dolomita y ceniza de madera de forma gradual y sembrar mucuna o crotalaria.
 
Recomendaciones finales
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No intentes "corregir" todo el suelo de una vez. Trabaja en franjas o camas regenerativas.
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Observa la evolución del suelo: mejora de textura, aparición de lombrices, mayor retención de humedad. Lea el artículo “4 Microorganismos que mantienen tus plantas sanas"
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Introduce árboles de raíces profundas y hojarasca rica para acelerar el proceso.
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Documenta tus resultados y comparte tu experiencia: regenerar suelos pobres es una labor colectiva.
 
¿Dónde puedo aprender más?
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