
¿Plantas con hongos? Aprende a usar caldo bordelés fácil
¿Tus plantas muestran manchas marrones, hojas con polvo blanco o tallos que se pudren sin explicación? Es muy probable que estén siendo atacadas por hongos. Pero no entres en pánico ni corras a comprar fungicidas químicos: existe una solución clásica, eficaz y aprobada en agricultura orgánica. Se llama caldo bordelés, y en este artículo aprenderás qué es, cómo prepararlo y aplicarlo correctamente sin complicaciones. ¿Lo mejor? Puedes hacerlo en casa con materiales accesibles y resultados sorprendentes
¿Qué es el caldo bordelés ?
Este fue el primer fungicida reportado en la historia , cuando en Francia un campesino fumigo los bordes de un uval, para que los campesinos no las cogieran, comprobando que por donde estaba fumigado, las plantas estaban mas sanas, desde entonces, se llama caldo bordelés (los bordes del camino) y hoy sigue siendo un pilar en el manejo agroecológico.
El caldo bordelés al 1%, significa 1 kl de sulfato de cobre 1 kg de cal viva en 100 litro de agua. Es una mezcla de sulfato de cobre y cal hidratada diluidos en agua.
En agricultura orgánica está permitido bajo ciertas condiciones, ya que no es tóxico para los humanos ni para la mayoría de insectos benéficos si se usa correctamente. Es una opción ecológica, económica y muy efectiva.
¿Para qué sirve el caldo bordelés?
Su acción es principalmente preventiva: actúa formando una película protectora sobre hojas y tallos que impide la germinación de esporas fúngicas. Es especialmente efectivo contra enfermedades como mildiu, roya, antracnosis (en cultivo de guanábana), moteado y tizones. Su eficacia radica en el poder fungicida del cobre, que inhibe enzimas vitales de los hongos, y en la cal, que regula el pH y ayuda a que el caldo se adhiera mejor a las plantas. Además, bien aplicado, tiene una acción prolongada y no daña los cultivos si se respetan las dosis.
Usar: Antes de que la infección por hongos se instale o en las primeras señales de ataque. También se recomienda aplicarlo en periodos de alta humedad, lluvias frecuentes o cambios bruscos de temperatura, ya que estas condiciones favorecen la aparición de hongos.
También es útil después de podas o trasplantes, cuando las plantas están más vulnerables, y en cultivos sensibles como tomates, uvas, papas, cítricos, frutales de hueso y ornamentales.
¿Qué necesitas para preparar caldo bordelés casero?
Los ingredientes son simples y fáciles de conseguir en tiendas agrícolas o ferreterías:
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Sulfato de cobre (CuSO₄): conocido como piedra azul. Es el componente fungicida principal.
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Cal hidratada (hidróxido de calcio): actúa como estabilizante y ayuda a neutralizar la acidez del cobre.
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Agua limpia: de lluvia, filtrada o sin cloro es lo ideal.
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Recipientes de plástico o madera (nunca metálicos): ya que el cobre puede reaccionar con el metal.
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Palos de madera para mezclar
Ingredientes (para 10 litros)
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100 g de sulfato de cobre
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100 g de cal hidratada
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10 litros de agua
Esta concentración corresponde a un caldo bordelés al 1%. Puedes ajustar según las necesidades del cultivo y la etapa fenológica.
Paso a paso: Cómo hacer caldo bordelés fácil
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Disuelve el sulfato de cobre: en 5 litros de agua, en un balde plástico. Usa guantes y protege tus ojos.
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Prepara la leche de cal: en otro balde, disuelve los 100 g de cal en los otros 5 litros de agua. Mezcla bien hasta obtener una solución homogénea.
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Vierte el sulfato de cobre sobre la leche de cal: nunca al revés. Hazlo lentamente, mezclando de forma constante para evitar precipitados.
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Verifica el pH: idealmente debe estar entre 6 y 7. Puedes usar papel tornasol o una solución casera con hojas de col morada para asegurarte.
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Filtra y aplica de inmediato: si no vas a usarlo en el momento, puede perder efectividad. No almacenes por más de 24 horas.
Cómo aplicar el caldo bordelés correctamente
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Usa mochila o aspersor de plástico. Nunca metálico.
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Rocía de manera uniforme sobre hojas, tallos y parte inferior del follaje.
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Evita mojar en exceso: un recubrimiento ligero es suficiente.
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No mezcles con otros productos como aceites, insecticidas o fertilizantes líquidos.
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Aplica cada 7 a 10 días en épocas críticas, o cada 15 días como mantenimiento.
¿Qué cultivos puedes tratar con caldo bordelés?
Este preparado es apto para una gran variedad de plantas:
Se puede salvar plantas como:
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Tomates, papas y pimientos: contra mildiu y alternaria
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Para Uvas y parras: ideal contra oídio y botritis
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Para Árboles frutales: cítricos, duraznos, manzanos, ciruelos
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Cereales y leguminosas: en casos de tizón y manchas foliares
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Rosas y plantas ornamentales: para prevenir roya y manchas negras
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Cafetales y cacaotales: muy usado en regiones tropicales con buena efectividad
Recuerda siempre respetar los períodos de carencia antes de cosechar. Lo recomendable es suspender aplicaciones al menos 15 días antes de la recolección para evitar residuos. También puedes usarlo en árboles frutales durante el reposo invernal para prevenir hongos y bacterias.
Precauciones importantes al usar caldo bordelés
Aunque es una alternativa ecológica, el cobre puede acumularse en el suelo con el tiempo si se abusa de él. Por eso, es importante:
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Usarlo solo cuando sea necesario
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Respetar las dosis recomendadas
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Alternarlo con otros bioinsumos como extracto de cola de caballo, propóleos o microorganismos benéficos. Lea el artículo “Cómo hacer bacterias fototróficas y mejorar tus cultivos con estos 5 beneficios"
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No aplicarlo en suelos ácidos sin corrección previa. Para saber más, lea el artículo “¿Qué es la cromatografía de suelos? Descripción del método básico"
Además, ten cuidado con cultivos muy jóvenes o con hojas delicadas. Haz una prueba en una planta antes de aplicar masivamente.
Ventajas que los agricultores experimentan
El uso del caldo bordelés para hongos no solo es efectivo, sino que ofrece beneficios reales y medibles para quienes cultivan la tierra de forma responsable. Estas son algunas de las ventajas que los agricultores experimentan cuando lo integran en su manejo ecológico:
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Reducción significativa de enfermedades: al aplicarlo de forma preventiva, muchos agricultores reportan una disminución del 70 al 90 % en brotes de hongos, especialmente en temporadas húmedas o de lluvias.
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Menor dependencia de insumos químicos: al ser una alternativa natural, permite reducir el uso de fungicidas sintéticos y pesticidas, promoviendo una agricultura más limpia.
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Ahorro económico: preparar caldo bordelés en casa es mucho más barato que comprar productos comerciales, sin sacrificar eficacia.
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Mayor aceptación en mercados orgánicos: usar este tipo de insumos mejora la trazabilidad y permite que los productos agrícolas cumplan con normas ecológicas exigidas por certificaciones.
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Compatibilidad con otros bioinsumos: puede usarse en combinación con extractos naturales, microorganismos benéficos y otras prácticas regenerativas.
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Tranquilidad y autonomía: los agricultores ganan confianza al saber que pueden preparar sus propios insumos sin depender de la industria, recuperando el control sobre la sanidad de sus cultivos.
Estas ventajas son la razón por la que cada vez más productores, desde huertos familiares hasta fincas comerciales, lo adoptan como parte esencial de su estrategia fitosanitaria orgánica.
Conclusión
El caldo bordelés es una de esas soluciones que demuestran que la sabiduría ancestral y la agricultura moderna no están en conflicto. Cuando conoces su preparación, aplicación y cuidados, se convierte en un aliado fundamental para mantener tus cultivos sanos, libres de hongos y completamente ecológicos.
Con unos cuantos ingredientes y un poco de práctica, puedes devolverle la salud a tus plantas de forma natural, efectiva y segura para todos.
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